El presidente de la Cooperativa de Productores de Leche de Puerto Rico, Manuel “Ricky” Martínez, habla sobre los retos que enfrenta el sector y los pasos para superarlas.
En tiempos recientes, la industria lechera local ha acaparado el foco de atención en Puerto Rico, no solo por su importancia en el segmento agrícola, sino por las dificultades que el sector ha experimentado. Estos retos van desde la reducción en el consumo de leche tanto en el mercado de Puerto Rico como en los Estados Unidos, hasta pugnas internas dentro de varios subsegmentos de la industria local, en particular controversias sobre el sistema de pago para los ganaderos que suplen el producto. A esto se suma la reciente quiebra de dos compañías claves en la industria estadounidense, Bordens y Dean Foods.
Para obtener su perspectiva sobre la coyuntura en la que se encuentra el sector de la leche en la isla, Al Grano conversó con Manuel “Ricky” Martínez, presidente de la Cooperativa de Productores de Leche de Puerto Rico (Coople) entidad que agrupa a la mayoría de los ganaderos de leche del país y que desde el 2017 maneja las operaciones de la empresa Indulac.
¿Qué es Coople y a quién representa en el sector de producción de leche?
Coople es la Cooperativa de Productores de Leche de Puerto Rico, con sobre 163 socios ganaderos y abierta a todo aquel ganadero que posea licencia emitida por la ORIL (siglas de la Oficina para la Reglamentación de la Industria Lechera). Sus socios son miembros del sector de leche de la Asociación de Agricultores. En enero de 2017, Coople adquirió a la planta elaboradora Indulac con el fin de diversificar la elaboración de productos lácteos con la leche Grado A producida en las fincas ganaderas puertorriqueñas. El sector de leche está compuesto por 237 ganaderos con licencia emitida por la ORIL para producir leche cruda Grado A en 257 vaquerías.
¿Cuál es su diagnóstico de la situación actual del sector ante el cambio en hábitos de consumo?
Puerto Rico se comporta de forma similar a Estados Unidos en lo que respecta al consumo de lácteos. El mercado refleja una contracción del consumo en leche fluida y un crecimiento per cápita del consumo de los derivados lácteos, principalmente el queso y el yogur. Es importante la transformación de la industria para adaptarse a estas tendencias.
Dos importantes empresas estadounidenses del sector se declararon en quiebra. ¿Existe ese peligro con alguna de las plantas en Puerto Rico?
Las elaboradoras locales no están en riesgo, ya que el mercado regulado le brinda estabilidad con ciclos de menor fluctuación. Aun así, su diversificación es imperativa. Aunque se ha reducido el consumo per cápita de leche fluida en Puerto Rico y las tres elaboradoras están experimentando una contracción en las ventas del mercado de leche fluida, el consumo de los derivados lácteos, en particular el queso, compensan por mucho esta caída. La diversificación en las elaboradoras a producir derivados lácteos es donde descansa la subsistencia y el desarrollo de la industria lechera de Puerto Rico.
¿Cómo se han afectado los productores de leche con estos cambios en mercado?
Desde el año fiscal 2004/2005 han ocurrido decenas de consolidaciones de operaciones de vaquerías en la isla, aunque no igual a la acontecida en los EE.UU. Hay estados como Wisconsin que han perdido más del 50% de sus vaquerías. Puerto Rico ha ajustado su producción a las ventas de leche fluida. Por ejemplo, la capacidad total de producción declinó sobre un 33.3 %, de 345.1 a 230.1 millones de cuartillos. Mientras, la utilización de leche cruda de fincas ganaderas para la venta de leche fluida, tanto fresca o UHT, declinó un 40%, bajando de 319.1 a 191.6 millones de cuartillos. El huracán María agravó la situación. Si comparamos las ventas al 30 de junio de 2016 con el 2018, se perdieron 41.4 millones de cuartillos; bajó de 233.0 a 191.6. Por los últimos 15 años, la industria sostiene una peligrosa tendencia a la contracción de producción a nivel de finca, debido a la contracción de ventas de leche fluida.
¿Cuál es su propuesta para atender la situación y que puede hacer Coople para enfrentarla?
Nuestras propuestas se esbozan en lo que llamamos la Ruta 2024. El sector de leche y Coople crearon una alianza entre ganaderos, plantas elaboradoras, la ORIL, agencias federales, la academia y suplidores para reencaminar la industria lechera a la ruta del éxito, integrando las mejores prácticas en el trópico y a nivel mundial. La Ruta 2024 tiene tres pilares: diferenciación del producto, en la que ya se comenzó un proyecto educativo con todos los ganaderos; crear una nueva identidad de la leche, y el desarrollo de productos nuevos. Esto se acompaña con una propuesta de incentivar los productos emergentes que está ante la consideración del gobierno.